La popularidad es, en muchos casos, la vara de medir dentro de los deportes electrónicos. Un potenciador de uno de los grandes malos vicios de la industria: ‘mirar’ en lugar de ‘observar’ un videojuego. La disputa por la atención es tan grande que, en ocasiones, genera confusión que haya gente que funcione mejor sin ruido. Que encuentre su sitio como actor secundario afianzado y no aspirando (en un ejercicio de querer pero no poder) a ser protagonista. Jang Yong-jun “Ghost” es una de las rara avis de un sector obsesionado por la notoriedad. En un entorno que prioriza el ‘Me gusta’ fácil en lugar del reconocimiento por el trabajo, él se retira con la conciencia tranquila: «No creo que me arrepienta de nada», ha declarado en una entrevista de despedida a Korizon Esports.

Ghost estuvo durante sus primeros años de carrera a medio camino entre la realidad y la necesidad. Dio sus primeros pasos de la mano del emblemático CJ Entus, club desaparecido de la League of Legends Championship Korea (LCK) que normalmente competía por la zona alta de la clasificación. El tirador llegó a la organización como trainee en 2015, cuando se quedó a las puertas del Mundial. Sin embargo, en la temporada siguiente, la realidad fue completamente distinta. 2016 no fue un año donde sólo el Brexit acaparó miradas incrédulas. También CJ, que pasó de la zona alta de la clasificación a la baja. Una octava posición en el Spring Split no evitó el sufrimiento, sino que lo postergó. Kongdoo Monsters y SBENU Sonicboom eran claramente carne de descenso. 

Las sensaciones sobre Kongdoo y SBENU se confirmaron cuando dos clubes de la segunda división surcoreana, anteriormente conocida como Challengers Korea, les quitaron las plazas de la LCK. MVP (no el Ozone, el progenitor de Samsung Galaxy) y ESC Ever se hicieron con las plazas. CJ Entus tenía muy claro que si no hacía un cambio muy importante, no conseguiría sobrevivir a largo plazo. Pero ese no fue motivo suficiente para apostar por modificaciones estructurales y no encomendarse a un joven. CJ buscó en un jovencísimo Gwak Bo-seong “Bdd” -sólo tenía 17 años por entonces- la salvación al descenso. También quiso encontrarla en Ghost. A pesar de compartir con Bdd grandes expectativas, el tirador sólo jugó dos partidos a lo largo del verano. 

En los deportes electrónicos es conocido que las scrims son un cuento que, en función de la cara de la moneda, pueden estar escritos por J. R. R. Tolkien o León Tolstói

CJ Entus era conocedor del talento de ambos, preo creyó más en ellos por sus necesidades. Su naufragio se pudo calcular con un cuentagotas. Ghost dejó ese hundimiento para acabar en otro, en el de bbq Olivers. A lo largo de 2017 formó parte del conjunto surcoreano, que peleaba en la parte baja de la LCK con la esperanza de no descender. Los espectadores no conseguían entender todas las expectativas que generó el tirador teniendo en cuenta su rendimiento dentro de la Grieta del Invocador. Hacía parecer un ‘loco’ a una leyenda como Hong Ming-gi “MadLife”, que advertía: el problema del jugador estaba en su incapacidad de trasladar su rendimiento de scrims a los partidos oficiales. Pero en los deportes electrónicos es conocido que las scrims son un cuento que, en función de la cara de la moneda, pueden estar escritos por J. R. R. Tolkien o León Tolstói.

Conseguida la permanencia en la LCK, 2018 fue el año de la mayor decepción. Olivers generó la atención de la afición occidental gracias a los fichajes de Kim Gang-yun “Trick”, estrella en G2 Esports, y Lee Dong-geun “IgNar”, pilar de Misfits y dolor de cabeza de SK Telecom T1 en el último Mundial. Pero bbq Olivers no reparó en el problema que tenía Ghost: cuanto más ruido había alrededor, peor funcionaba. Tal como le sucedió a CJ Entus en 2016, la organización puso salvar el Spring Split. El verano acabó revelando todos los defectos de la piel del club para acabar definitivamente en el descenso. La carrera de Yong-jun parecía un videojuego roguelite, algo que cambiaría gracias a un club: SANDBOX Gaming, actualmente FearX.

En 2019, SANDBOX era un club recién ascendido a la LCK. Con jugadores prometedores dentro de la escena surcoreana, pero sin grandes nombres propios como el anterior bbq Olivers. Para la sorpresa de todo el público, ese club peleó por la zona medio-alta de la clasificación. Ghost pasó a ser conocido como el ‘Espíritu Santo’ gracias a que, con el silencio como conducto, mejoró su rendimiento. Tres años después, respondió a las expectativas que tanto generó en CJ Entus. Todo eso le valió para fichar por Dplus KIA, que esa novena temporada estaba en un contexto similar pero acabó adelantando por la derecha a SANDBOX Gaming. De aquella organización, el tirador fue el jugador que más lejos llegó. De todas maneras, figuras como Park Woo-tae “Summit” o Kim Jae-yeon “Dove” se mantuvieron durante tiempo en la élite.

Ghost pasó a ser conocido como el ‘Espíritu Santo’ gracias a que, con el silencio como conducto, mejoró su rendimiento. Tres años después, respondió a las expectativas que tanto generó en CJ Entus

La mejor herramienta de Ghost en Dplus KIA fue tener muy claras las ideas. Saber que no era el equipo de la calle inferior, sino todo lo contrario. Con Jang Ha-gwon “Nuguri”, Kim Geon-bu “Canyon” y Heo Su “ShowMaker” acaparando todos los focos -más tarde el club y el público ya se daría cuenta de la importancia de Cho Geon-hee “BeryL”-, el tirador sólo debía hacer su trabajo. “Todos nuestros jugadores de la zona superior son monstruos, ganan por nosotros si les damos las selecciones [de personajes]”, declaró el ADC a InvenGlobal en agosto de 2020. Técnicamente, Yong-jun encajaba dentro de los planes de DK. Fuera de la Grieta del Invocador, era el jugador ideal ya que el club tenía un reto: trasladar el rendimiento de las scrims -Martin Larsson “Rekklesya alertó del conjunto en 2018- al escenario, especialmente en los momentos importantes.

2020 fue el año de ganar la liga de verano y el Mundial. El siguiente, el de revalidar la dominación nacional pero quedarse a las puertas de la internacional. Durante 2021 el tirador empeoró su rendimiento. Casualmente, cuando Dplus KIA generó alboroto al postularse como el heredero legítimo de T1 por las maneras de su dúo jungla-medio. Yong-jun se marchó del club a las puertas de un Mid-Season Invitational (MSI) y sus segundos Worlds consecutivos. Pasó un año sin pena ni gloria en Nongshim RedForce antes de optar por un voluntarioso olvido previo a su retirada. Ghost se marcha demostrando que su mayor fantasma nunca fue el pasado, ya que le permitió generar, sino el ruido que generaban las expectativas. Siempre funcionó mejor desde la discreción, limitándose a jugar, no a intentar encajar en el prototipo de jugador que los espectadores creían que era.