Por mucho que se pueda embellecer por el camino, la cercanía no deja de ser un arma de doble filo. Exige una dosis precisa para no acabar sedientos, pero tampoco sobrepasados. Cuanta menor sea la distancia, más fácil será conectar con la persona que miras a los ojos, aunque también será más sencillo hacerle daño. Son precios a pagar a los que, por si acaso, no se debe dar muchas vueltas. Pero en los deportes electrónicos, la proximidad se llega a confundir con el rentismo. En otras palabras: el jugador tiene que hacer lo que el público desea. Dentro del sector muchas veces se olvida que el profesional es quien debe tener la última palabra y por ello necesita pequeñas lecciones como la de Lee “Faker” Sang-hyeok con Ahri.

El Rey Demonio ha revelado durante una retransmisión en directo que ha elegido a Orianna y no a Ahri para recibir su aspecto de campeón mundial. Será el cuarto que tenga el medio a título personal, una pequeña síntesis del significado de su carrera: normalizar la excelencia. La Mujer Zorro de nueve Colas es una pequeña ilusión dentro de League of Legends. Un mito que nunca acaba de convertirse en realidad. Desde 2013, cuando Faker disputó y ganó su primer Mundial, el público desea un aspecto de la campeona. Un hecho completamente lógico cuando pocos jugadores profesionales dominan tanto al personaje como él. Aunque, en realidad, esta última frase también se puede aplicar a muchísimos de los otros protagonistas del videojuego de Riot Games.

La obsesión con la Ahri de Faker debería ponerse a revisión para descubrir si es más producto de la nostalgia o del rendimiento con la campeona. Durante el último Mundial, el Rey Demonio sólo jugó a la Mujer Zorro de nueve Colas en el primer mapa de la final contra Weibo Gaming. En cambio, Orianna ha sido la campeona más jugada junto a Azir. Una selección clave tanto por el metajuego como por el nivel de juego mostrado. Porque pocos jugadores conocen tanto los recovecos de un personaje como Sang-hyeok con la Dama Mecánica. Fue una elección trascendental, especialmente durante las semifinales contra JD Gaming. Quizás esta elección se vea con cierta ‘polémica’ porque ya tiene un aspecto, el de Lau “Toyz” Wai Kin tras ganar con Taipei Assassins en 2012. 

Sin embargo, teniendo en cuenta que Toyz está en prisión por tráfico de drogas, quizás es mejor contar con ejemplos positivos. No borrar de la historia que fue importante en el Mundial de TPA a la vez que indicar que la vida después del retiro no debe ir por ahí. Otro campeón trascendental fue Azir, campeón con el que grabó en el imaginario popular una imagen: la cazada sobre el Varus de Park “Ruler” Jae-hyuk cinco años después de que el tirador le hiciera lo mismo en la final de Worlds de 2017. Hubiera sido incluso más gracioso que el Rey Demonio hubiera priorizado al Emperador de Shurima por encima de Orianna y Ahri. Faker no sólo habría reemplazado a Lee “Easyhoon” Ji-hoon en la Grieta del Invocador, también en la tienda del cliente de League of Legends.

Si bien es cierto que los videojuegos, deportes electrónicos, jugadores profesionales y creadores de contenido no son nada sin el público, los espectadores tampoco debemos actuar como rentistas. Al final del día, detrás de la pantalla se encuentran personas a las que no deberíamos someter. Humanos que deben contar con la última palabra. Otra cosa muy distinta es hacer de watchdog, una función de vigilancia tan eficaz como necesaria en según qué prácticas. Especialmente cuando hay mucho espectador que entiende que el ‘apoyo’ es gritar mucho por Internet ante las acciones como mínimo éticamente cuestionables por parte de su figura preferida (aún no han asimilado que, en numerosos casos, para ellos son un número). Pero si Faker no pudiera priorizar a Orianna por encima de Ahri, sería para cerrar la parada de los esports. Para que bajara Dios y que lo viera, valga la redundancia.

¿Quién dice que Faker no vaya a tener su aspecto de Ahri?

La decepción por no tener un aspecto de Ahri una década después de la petición original es coherente. Sin embargo, hace falta una pequeña dosis de relativización dentro de la elección de Faker. Si algo diferencia al Rey Demonio del resto de jugadores profesionales de League of Legends es que se trata de un animal competitivo. Da igual cuántas veces haya llegado a la cima, siempre quiere más. Por lo tanto, no se puede descartar la skin sabiendo que la estrella de T1 siempre quiere más. 2024 será largo, quizás demasiado en algunos aspectos como el económico. Sólo queda tener un poco de paciencia y, en el caso de que no se cumpla con el deseo popular, asumir que muchas veces el producto es más bonito en nuestra imaginación que en la realidad.