El bien y el mal en League of Legends se puede separar con un solo Mundial. Una actuación en Worlds es capaz de condicionar de por vida la valoración popular de un jugador. El máximo exponente de ello es el MVP de la edición de 2015, Jang Gyeong-hwan “MaRin”, que disputó el mejor torneo de su carrera en el momento adecuado e hizo olvidar a los seguidores la irregularidad que comportaba su estilo de juego en fase regular. También existen casos como el del medio de Hanwha Life Esports, Kim Geon-woo “Zeka”, que gracias a su excelente actuación internacional se le atribuyó un estado de madurez que todavía no ha alcanzado a sus 20 años. Por ello, este 2023 uno de los protagonistas que más tiene en juego su estatus es el top laner de KT Rolster: Kim Gi-in “Kiin”.
La carrera de Kiin es la de un jugador condicionado por la decisión de quedarse en un sitio que no le hacía demasiada justicia. Por querer ser un “one club man” o ídolo de una entidad que no le acompañaba con las herramientas necesarias para ser verdaderamente competitivo. Su breve paso por Ever8 Winners en 2017 provocó que rápidamente todo el ecosistema de la League of Legends Championship Korea (LCK) se diera cuenta de su talento. Kwangdong Freecs, por entonces Afreeca Freecs, fue quien logró hacerse sus servicios. Ciertamente su primer año en el equipo fue bueno: subcampeón en la temporada de primavera, tercero en la de verano y mundialista en su primer año completo como jugador profesional. Sin embargo, desde entonces el top ha estado sumergido en un ostracismo que no correspondía a su rendimiento a nivel individual.
Kiin siempre ha estado en la conversación alrededor sobre el mejor jugador en la calle superior de Corea del Sur a la vez que en el olvido internacional. No ayudó que en su debut mundialista fuera parte del fracaso surcoreano de 2018. Si ya de base la eliminación en cuartos de final fue grave para el país debido a que se quedó sin representantes en el torneo, las formas todavía fueron más importantes. Porque no fue una partida donde un club como Invictus Gaming exprimiera a Afreeca Freecs hasta un quinto mapa. Se trató de una salida a manos de Cloud9, que a costa de su decepción hizo historia al convertirse en el primer semifinalista norteamericano. Aun así, el atenuante esencial para esa desaparición de la opinión popular fue su ausencia en torneos internacionales. League of Legends es un deporte electrónico sencillo: sin escaparate no existe el recuerdo.
No fue hasta finales de 2022 cuando Kiin decidió abandonar la ficha de Kwangdong Freecs. Demasiado esfuerzo con poca recompensa. La situación era tan crítica que incluso un fichaje por KT Rolster parecía mucho mejor opción en comparación a Freecs. Si el top ha encajado a la perfección en KT es por el ansia de redención. Tanto el club como el jugador buscan reparar los años perdidos tras su última fatídica aparición internacional, que sucedió en la misma temporada. En definitiva, Gi-in quiere cumplir las declaraciones que concedió a la creadora de contenido Ashley Kang en enero de este año: “[Los aficionados piensan que soy] Un top laner que solía ser bueno durante un tiempo, pero que ahora simplemente es otro top laner. Si voy a los Worlds y hago una buena actuación, puede que vuelva a impresionarles y hacerles pensar ‘hey, este jugador sigue siendo bueno’”.
En KT Rolster la pelota pasa por Kiin
Si Kiin tiene mucho en juego no es por ser residual. El top es para KT Rolster el motivo y motor de todo un sistema. Cuando KT era imparable durante la fase regular de la última LCK, el top era el principal condicionante que hacía rodar el engranaje del conjunto surcoreano junto a su medio, Gwak Bo-seong “Bdd”. El premio a MVP de la temporada se lo llevó el apoyo del club, Son Si-woo “Lehends”, pero los posteriores playoffs fueron reveladores. La organización volvió a mostrarse como la montaña rusa que es perdiendo contra T1 para quedarse sin opciones al título. El top de los tricampeones mundiales, Choi Woo-je “Zeus”, expuso a Gi-in, que jugó una de las peores series de su carrera. Por mucho premio que Lehends tuviera en mano, tanto KT como los seguidores volvieron a ver quién lleva el timón del equipo.
En un buen estado de forma, Kiin es la representación de lo que se espera de un top laner surcoreano. Un jugador capaz de hacer jugar a su equipo a través de la calle superior o de ser completamente independiente. Que genera ventajas por sí mismo sin exponerse a perderlas. No busca oprimir tanto a través del dive como sucede en China, pero sí es capaz de ser un muro infranqueable. En función del enfrentamiento, su abanico de campeones resulta determinante, ya que cubre las carencias del resto de sus compañeros de equipo. Lehends brilla con los iniciadores primarios y Bdd con los magos de control, pero tienen más dificultades fuera de ese espacio. Por no hablar de la dependencia del jungla del equipo, Moon Woo-chan “Cuzz”, con Sejuani y Viego. En cambio, este año al top no se le recuerda que desentonara por usar un campeón en concreto.
Nadie en KT Rolster abarca tanto sin necesariamente tener que ser el centro de atención. El sistema actual del conjunto surcoreano depende mucho de las ventajas que puede generar a través de las cazadas. En ese aspecto, la diferencia mecánica de Kiin resulta clave en situaciones de desventaja numérica. También su versatilidad, ya que cambia los flancos con personajes como Gnar por iniciaciones primarias con campeones como Malphite sin problema alguno. Debutar contra Bilibili Gaming es un “high risk, high reward”. Si se impone ante Chen Ze-Bin “Bin”, el público puede recordar rápidamente sus condiciones individuales. Pero de lo contrario, si acaba igual que en el último enfrentamiento que tuvo contra Zeus, deberá ir a contracorriente para redimirse ante la opinión pública. Sea como sea, Gi-in está en la vertiginosa situación de tener en sus manos cómo será el recuerdo que los aficionados forjen de él.