Movistar KOI hace historia en el clasificatorio para el PGL Major Copenhagen 2024

Que la travesía de Movistar KOI por los clasificatorios para el PGL Major no iba a ser sencilla era un hecho, pero la carrera de obstáculos se acabó tornando en una suerte de epopeya que mantuvo pegada a decenas de miles de espectadores a una pantalla durante muchas horas.

La mera presencia de Movistar KOI en un clasificatorio de esta naturaleza hace que rápidamente confluyan una serie de ingredientes que imposibilitan que todo fluya por unos cauces normales. Porque el imán que tiene este grupo de jugadores por la épica trasciende ya de la camiseta que luzcan. Y eso, una audiencia milenaria, parcialmente neófita en el asunto, lo aprendió esta pasada noche.

Pocos minutos después del inicio del torneo, allá por la sobremesa del lunes, nos cercioramos de que «caótico» era la palabra que mejor explicaba los albores del evento. Problemas con la plataforma, con el anti-cheat, retrasos en los horarios, etc. La problemática habitual en esta clase de situaciones y que hizo que Movistar KOI no tuviese que entrar al servidor hasta la tercera ronda.

La primera toma de contacto con el clasficatorio abierto para el PGL Major de Copenhague fue ante NEOD, conjunto que apenas ofreció oposición y que cayó por un holgado 13-1. Primer escollo superado.

Los primeros problemas para Movistar KOI no tardaron en llegar

En la cuarta ronda el alboroto se apoderó de todas las retransmisiones que ofrecieron el encuentro. Transcurrido un bajo porcentaje del partido ya se habían formado tres facciones. Por un lado, los que ya daban por perdido el partido y buscaban por casa antorchas con las que quemar a según qué jugadores en una hoguera en las plazas más céntricas de sus localidades. Otro grupo de espectadores comenzó a sospechar de movimientos inusuales de los rivales, que leían el juego del equipo español como un libro abierto. Por último estaban los aficionados que directamente no entendían nada. Les habían hablado de las leyendas de los quintetos de jugadores desconocidos del Este de Europa que atemorizaban a todo el mundo en estos clasificatorios y lo estaban comprobando de primera mano.

La derrota dolió por igual a los tres nutridos grupos de espectadores que comenzaban a asimilar que la primera oportunidad para lograr el pase al clasificatorio cerrado del RMR se había agotado. El miércoles se volvería a intentar.

Pero la historia tenía un desenlace distinto para Movistar KOI. La historia o los administradores del torneo. Ante las numerosas quejas recibidas optaron por revisar el partido y confirmar las sospechas que se habían levantado en torno a Never More, el equipo que había frustrado las ilusiones de los aficionados españoles.

El veredicto fue que Never More se supo de ellos y Movistar KOI pasaba a la siguiente ronda en los despachos, que es una forma estupenda también de ganar los partidos cuando se tiene la razón.

Al segundo día en los despachos

Así pues, casi sin preparación, jugadores, streamers y fans tuvieron que volver a montar el campamento para disputar el primer partido de la segunda jornada de competición.

Como si nada hubiera pasado, el ritmo de crucero se apoderó del equipo español y sumó dos victorias cómodas ante pr3mghouls y BETERA por 13-3 y 13-7 respectivamente. Unos resultados que dejaban un ambiente extraño, acostumbrados como estamos al sufrimiento. Sensación que rápidamente quedó patente que iba a llegar como siempre, a lo grande. Las medias tintas no se estilan cuando hablamos de Movistar KOI.

La siguiente piedra en el camino al Major tenía de nombre K10 y de emplazamiento el mapa de Vertigo. Aquí salió a la luz otro de los ingredientes que habitualmente acompaña a Movistar KOI, la agonía. De 8-11 en contra a 11-11, posteriormente 11-12 y empate sobre la bocina. En las rondas de añadido se certificó el triunfo, demostrando que en situaciones ajustadas, el equipo español se mueve como cinco peces en el agua y que Adam «adamS» Marian es el tiburón del grupo.

Comenzaban las habituales remontadas de Movistar KOI

Espoleados por la apretada victoria llegó el primer rival de entidad, 9INE, ya al mejor de tres mapas. El cuadro polaco contaba en sus filas con varios nombres que habían tenido ya múltiples apariciones estelares en las pesadillas, tanto de jugadores españoles como de sus aficionados. Principalmente Kamil «KEi» Pietkun, que a partir de ahora tendrá también su hueco en las noches de desvelo de todos aquellos espectadores que en la noche del martes aprendieron que seguir a Movistar KOI es perder años de vida, y en algunos casos, pelo.

El primer mapa fue un golpe de realidad, de los que te dejan en la lona sin dar crédito a lo que acaba de pasar. Aplastante triunfo para 9INE por 13-5 en Ancient, elección española. Había que remontar.

Como buena semana de Reyes que es, decenas de miles de espectadores que se acercaron al Counter-Strike competitivo por primera vez estrenaron sus regalos, unos remos que van a utilizar mucho en el futuro próximo.

Si el resultado precedente en Ancient escapaba ligeramente del guion establecido, el 13-3 con el que Movistar KOI respondió en Nuke hizo saltar todo por los aires. Aquel Renato «stadodo» Gonçalves que se había librado de la quema en los despachos ahora era el Rey, y sus detractores habían aprovechado el momento para hacerse la cena.

Vertigo nuevamente como juez

De nuevo, el camino de Movistar KOI para el Major pendía de un hilo y habituados al funambulismo, ese hilo estaba a 51 pisos de altura, en el mapa de Vertigo.

En esta ocasión, el equipo español fue el que llevó la iniciativa, 6-11 en el marcador y de nuevo, espectadores divididos, en este caso en dos grupos. A un lado, los inocentes que aún no están del todo naturalizados con el sufrimiento y daban la victoria por segura. En el otro, los experimentados temerosos que sabían que esto no iba a acabar así de fácil.

Como la experiencia es un grado, las sensaciones se convirtieron en realidad y 9INE puso el 11-11. En ese momento fue cuando todos los ingredientes se juntaron y lograron el plato principal, la épica.

115 segundos para la historia

La ronda 23 comenzó con Milosz «mhL» Knasiak golpeando las ilusiones españolas y eliminando a stadodo con apenas 15 segundos transcurridos. Un minuto después, segundo impacto. En este caso era Alejandro «mopoz» Fernández-Quejo el que caía ante el polaco, aunque rápidamente respondió adamS. Algo más de 40 segundos por disputarse y situación de tres contra cuatro.

En estos tiempos que vivimos es difícil explicar una posesión corpórea, pero lo que pasó a continuación es lo más cercano que hemos estado de una en cuanto a Counter-Strike se refiere.

David «dav1g» Granado recogió el AWP caída y replicó, paso a paso, lo que en mil y una ocasiones había visto hacer a su ex-compañero Álvaro «SunPayus» García. Movimiento horizontal por la cornisa de la bomba «A» dirección a la posición de sacos (denis para los del CS pandémico). Primero cayó un rival, después, ya en su destino se apostó impertérrito y eliminó a otros dos. Movistar KOI ponía el 12-11 e instantes después, el 13-11, estaban clasificados para la siguiente fase camino del Major.

Dos tramites para celebrar el objetivo logrado

Lo que sucedió a continuación, más allá de atender a obligaciones para establecer un ‘seeding’ no fue más que una fiesta de celebración por el objetivo logrado. Un nuevo triunfo por 13-10 ante Entropiq permitió el pase a una final en la que se cayó por 13-0 ante ex-ThunderFlash. Pero nada de eso importó ya.

Movistar KOI está en el clasificatorio cerrado del RMR europeo que da acceso al Major. Una competición que se desarrollará la próxima semana y en la que se espera un seguimiento similar, o incluso mayor. Esto, gracias en parte a la exposición que están teniendo los partidos en los canales de Ibai, Black, Sergio Ferra y Pitu Herranz. Porque si algo sabemos los que llevamos por aquí un tiempo, es que el Counter-Strike en su máxima expresión es adictivo.