La industria del deporte, sea tradicional o electrónico, se especializa en consumir muy rápido. En entender a los profesionales como pañuelos a los que poder usar y tirar. Algo similar ocurre desde la afición, donde la velocidad es la misma tanto para construir ídolos como para desterrarlos. En estas situaciones la edad puede ser un arma de doble filo, especialmente en la juventud. La carga de ilusiones de la que se hace responsable a las jóvenes promesas es proporcional a la ignorancia que sufren si no cumplen las expectativas. Como si los contextos y el tiempo, en constante cambio, no existieran. Todos estos factores enviaron a un limbo al medio de Karmine Corp, Lucas “Saken” Fayard, que en 2024 tendrá la oportunidad para deshacerse de él en la League of Legends EMEA Championship (LEC).

Uno de los problemas de los esports es que, al estar a medio camino entre el deporte tradicional y el entretenimiento, se agarran en función de la conveniencia al ámbito. Para valorar a los jugadores, muchas veces la imagen lo es todo. Da igual si es falsa, sacada de contexto o premeditada. «Una mala impresión puede tener un efecto duradero en tu carrera«, afirma Fabien “Chips” Culié, cofundador de OTP, en Le Portrait de Saken. Eso es exactamente lo que le sucedió al medio: un precipitado desarrollo de los acontecimientos hizo que su segunda oportunidad para competir en la LEC se retrasara. Todo porque un club, Team Vitality, demostró ser una trituradora de jugadores jóvenes. El caso del actual medio de Karmine Corp, por desgracia, no fue el único.

Los primeros partidos de Saken en la LEC llegaron en 2019, como sustituto de Daniele “Jiizuke” Di Mauro. Durante una semana del Spring Split, el italiano tuvo problemas médicos que le alejaron de la Grieta del Invocador. Team Vitality sobrevivió a la ausencia de Jiizuke con una victoria y una derrota, haciendo un uso lógico de su sustituto. Era una situación que daba sentido a que Fayard viviera su fichaje por Vitality como un sueño. La única organización puramente francesa de la máxima competición europea había contado con él como suplente. Parecía que la academia no sólo era un requisito obligatorio, sino que existía un proyecto de cara al futuro. Pero el contexto cambió radicalmente un año después. También era una sustitución temporal, pero la situación se prolongó como un dolor de cabeza para el medio francés.

“Una semana antes me dijeron que tenía que ir a Berlín a jugar con el equipo de la LEC. Pero al mismo tiempo, tenía que jugar en el de la LFL porque no tenían ningún otro jugador” – Saken

De cara a 2020, Team Vitality apostó por Alojsa “Milica” Kovancic en la calle central después de su gran año en GIANTX. Sin embargo, el serbio tuvo problemas de visado, por lo que se perdió las primeras semanas de competición. Saken salió al paso de nuevo para cubrir a Milica, pero Vitality no destacó por su planificación. “Una semana antes [del inicio de la temporada] me dijeron que tenía que ir a Berlín a jugar con el equipo de la LEC. Pero al mismo tiempo, tenía que jugar en el de la LFL porque no tenían ningún otro jugador”, declaró el francés en Le Portrait. No sólo tenía que jugar, sino también entrenar con ambos equipos. Lucas Fayard debía dividirse en dos cuando sólo existía un Lucas Fayard. 

Team Vitality no cubrió a su medio cuando lo necesitó, por lo que los resultados fueron tan reveladores como poco sorprendentes. El club se estancó en la zona baja de la clasificación, tanto en la temporada de primavera como en la de verano. Independientemente de si Milica estaba dentro o no del quinteto titular. El rendimiento del equipo de la LEC fue malo, pero también arrastró al de la LFL: Vitality.Bee pasó de subcampeón francés a cuarto en el Spring Split y sexto en el Summer Split. Evidentemente, el rendimiento individual de Saken también decayó. El recuerdo se mantuvo hasta que logró el éxito con Karmine Corp. «En la mente de mucha gente, cuando dices mi nombre, lo primero que piensan es en Vitality y, por supuesto, en lo que pasó. Sigue siendo muy malo para mí», asegura Fayard.

Obviamente le costó un poco y hubo un pequeño bajón. Entonces, la pregunta era: ¿es el jugador lo suficientemente fuerte a nivel mental como para no desanimarse, para no decirse a sí mismo que ha perdido su oportunidad y seguir perseverando?”, describe Charles “NOI” Lapassat, cofundador de OTP. Pero Saken perseveró. En Karmine Corp encontró no sólo un equipo donde ganar, sino donde fuera la primera opción. Donde no fuera el recambio de nada, sino el protagonista principal. Asumió el mismo rol que en su momento tuvo de la mano de Gentside. Hasta el punto de escribir historia consiguiendo cuatro EMEA Masters con cuatro plantillas distintas.

A pesar de su éxito en La Ligue Française, Saken vive en un limbo desde su explosión en Karmine Corp. A sus 25 años, no tiene el suficiente bagaje como para ser considerado un perfil experimentado en la LEC, pero tampoco la edad de una promesa. Ser el jugador que más EMEA Masters ha alzado en la historia no le ha valido para conseguir una segunda oportunidad por muy determinante que fuera en todos ellos. Ahora, en un mayor estado de madurez, no es el jugador pisoteado en Team Vitality. Pero la hipérbole que describe un sector de la afición de KCorp, consecuencia de ser un fenómeno de masas. Lucas Fayard se encuentra en muchos puntos intermedios de los que se tiene que deshacer en 2024 para que se hable de él en presente, no en pasado ni en futuro.


Foto de Michal Konkol vía Riot Games