De vez en cuando surgen promesas que destacan en sus distintas ligas o regiones por encima del resto. En cuanto las organizaciones se dan cuenta del potencial de dicha persona, intentan atarla a su club y evitar que se mueva a ningún otro lado. Los propios jugadores se aprovechan y hacen de ello una posibilidad para establecer una dinastía que pase a los anales de la historia. No obstante, en otras ocasiones, los mismos jugadores se dan cuenta de que el proyecto no avanza y deciden probar a cambiar de aires.
Uno de los claros ejemplos en la historia del deporte es el de Tom Brady, el quarterback de los New England Pariots. El estadounidense no destacó como otros rookies. Es más, fue elegido en el puesto 199 por los propios Patriots, puesto que el equipo vio en él un potencial indiscutible. A día de hoy nadie duda de ello: capitán del equipo, seis Super Bowl, capitán indiscutible del equipo y una dinastía que todo el mundo recordará.
En cuanto a deportes electrónicos, si hablamos de Europa, reconocemos un equipo y un jugador, Fnatic y Martin Larsson «Rekkles». El tirador sueco ha pasado prácticamente toda su vida en el propio equipo de Fnatic y, aunque los rumores le han situado fuera en muchas ocasiones, siempre ha renovado con el club británico y se ha mantenido a la cabeza del mismo. En todo momento ha sido un jugador con un nivel excepcional, tanto que cuando se menciona a los mejores tiradores del mundo, hasta los asiáticos reconocen que el sueco merece estar en esa lista.
En lo más alto desde sus inicios
Noviembre de 2013 es la fecha a señalar. Ahí arrancaba la carrera profesional de Rekkles de la mano de Fnatic, esa organización por y para la que ha vivido desde su más tierna infancia. Su historia es algo parecida a lo que ocurrió con Naruto y la Villa Oculta de la Hoja: mamando desde pequeño del hogar que le dio la vida y apoyándolo hasta en sus peores momentos.
Atendiendo a esta aseveración, Rekkles comenzó su camino por el plano competitivo en Playing Ducks y Team BLACK, aunque su paso por estos equipos fue efímero, como la vida de una mariposa. Poco tardó Fnatic en darse cuenta del potencial de un joven sueco de 16 años que llegaba para dominar la calle inferior de Europa.
Pero debido a su corta edad, Riot Games no permitió al tirador disputar ningún encuentro oficial, por lo que Fnatic decidió enviarle a su academia. El niño prodigio aguantó casi cuatro meses hasta que el equipo decidió cederlo a PrideFC, lo que posteriormente sería conocido como Copenhagen Wolves. Ahí fue donde Rekkles realmente demostró que el futuro que le esperaba era, cuanto menos, brillante.
Cuando el sueco cumplió los 17 años, Fnatic se hizo de nuevo con los servicios de la actual estrella europea. Ahí empezó el viaje del ADC que rompería récords y que haría que los sueños del viejo continente recobrasen su sentido. Un jugador que tarde o temprano se convertiría en una estrella y una referencia en el carril inferior a nivel mundial.
El comienzo de la épica

En septiembre de 2013, en cuanto Rekkles cumplió los 17 años, Fnatic decidió recuperar los servicios del prometedor ADC por el que habían apostado. Era tiempo de demostrar que la arriesgada acción de Fnatic había sido acertada. Se acabó el tiempo de ser un niño, la hora de los adultos había llegado. Algo parecido a la apuesta del maestro Iruka cuando ofrece a Naruto la banda que le convierte en un ninja de manera oficial.
Por aquel entonces, el equipo estaba compuesto por Paul Boyer «sOAZ», Lauri Happonen «Cyanide», Enrique Cedeño «xPeke» y Bora Kim «YellOwStaR». Una plantilla de ensueño para aquel entonces que prometía un crecimiento exponencial para Rekkles, ofreciéndole el resto de jugadores la madurez que aún le faltaba al carrilero inferior.
Con ello arrancó el auténtico reto. El camino fue más duro de lo que parecía en primera instancia. Segundos en la IEM Season 8 Cologne Amateur y segundos en la IEM Season 8 World Championship. Pero llegó el instante en que arrancaba la competición europea, la League of Legends Championship Series EU. Este equipo fue un verdadero quebradero de cabeza para el resto. Tanto es así, que finalizaron en segunda posición la temporada regular. Pero ya sabemos cómo es Fnatic en la postemporada. No se sabe la razón, pero la voluntad de fuego de este conjunto les hace de otra pasta en esos encuentros. Así que, tal y como cuenta la historia, ganaron por tres mapas a uno a SK Gaming y Rekkles se alzó con su primer título europeo.
En la edición veraniega ocurrió algo similar. Con 19 victorias y 9 derrotas, Fnatic finalizó de nuevo en segunda posición. Sin embargo, aunque consiguieron llegar de nuevo a la final, esta vez el trofeo no terminaría de nuevo en sus vitrinas. Sería el ya desaparecido equipo de Alliance el que pusiera fin a la buena racha de la institución británica.
Los nervios hacían aparición. Llegaba el torneo más importante del año para cualquier jugador profesional y el más bonito para el espectador, el World Championship 2014. Un joven Rekkles pisaba por primera vez una competición de tal calibre, por lo que la presión era un dato a tener en cuenta, como Naruto encontrándose con los ninjas de la Aldea Oculta de la Lluvia en su primera misión de rango alto. A fin de cuentas, los nervios son un factor muy importante.
Y no sólo los nervios, también tener a un equipo coreano como era Samsung Blue o el chino Oh My God no ayudaban al conjunto europeo en gran medida. Es por ello que, en la primera aparición internacional de Rekkles, Fnatic terminó con un total de dos victorias y cuatro derrotas en la fase de grupos, finalizando así en tercera posición y sin opción a pasar de grupos.
La unión a Alliance
En cuanto acabó el World Championship 2014, Rekkles decidió que era hora de madurar fuera de Fnatic. Necesitaba un cambio de aires, algo que le convirtiese en el jugador que estaba destinado a ser y que, en aquel momento, Fnatic no le podía proporcionar. ¿El destino elegido? Aquel equipo que le había ganado en la última final de la LCS, Alliance.

En enero de 2015, Alliance cambió su nombre por Elements, un equipo que prometía ser el nuevo líder del panorama europeo. Pero esto nunca fue así. La plantilla estaba conformada por Mike Petersen «Wickd», Ilyas Hartsema «Shook», Henrik Hansen «Froggen» y Patrick Funke «Nyph», contando también con Kevin Rubiszewski «kev1n» en la calle superior y Mitch Voorspoels «Boris» como apoyo.
Rekkles sólo aguantó una edición de primavera esta institución. El resultado fue, cuanto menos, nefasto para lo que aventuraba a ser. Tan sólo siete victorias en la temporada más florida del año, lo que les dejó con 11 derrotas y, por tanto, una séptima posición que dejaba un sabor de boca muy agridulce.
La decepción se podía notar en la plantilla. La química y la sinergia eran prácticamente inexistentes. Aunque Rekkles no logró su objetivo de brillar sin Fnatic, sí que sacó una buena reflexión: al igual que Naruto en su viaje con Jiraiya, le permitió explorar lo que se escondía en el mundo exterior fuera de la protección de su hogar, aprender a valerse por sí mismo y a madurar como jugador y persona.
El regreso del hijo pródigo
Con su viaje completo y con mucha más hambre de ganar, Rekkles volvió al club de sus mil amores, aquel que le hizo ver la luz, Fnatic. Esta vez la plantilla era completamente diferente a la que había dejado atrás. Sólo permanecía YellOwStaR a su lado. Con ello, se encontró con Heo Seung-hoon «Huni» en el carril superior, así como a Kim Yeu-jin «Reignover» y Fabian Diepstraten «Feviben» en la jungla y la calle central, respectivamente.
Este Fnatic era completamente diferente al que había dejado en el pasado. Los propios datos lo afirman cuando terminaron la temporada regular con, nada más y nada menos que un 18-0. También consiguieron la victoria de la máxima competición europea frente a Origen. El equipo estaba preparado para arrasar con su principal objetivo, el World Championship 2015.
Esto se notó cuando comenzó el evento principal. Fnatic consiguió pasar de grupos como primero. Rekkles ahora sí era ese carry que tanto necesitaban. Aquel niño que prometía ser un prodigio había llegado para quedarse y arrasar. Es más, los cuartos de final los pasaron como si de una SoloQ se tratase, un 3-0 rápido a Edward Gaming y ya estaban pensando en el siguiente rival.
Pero KOO Tigers no era EDG. Vencerles no iba a ser un paseo militar, todo lo contrario. Y llegó el golpe de realidad. Los coreanos plantaron un 3-0 sin miramientos al plantel europeo y las esperanzas se volvían a desvanecer. La región asiática seguía dominando por encima de cualquier otra y esto no iba a cambiar pronto.
Consagrado como el mejor tirador europeo
En los últimos años, Rekkles ha confirmado lo que Fnatic esperaba cuando se hizo con los servicios de aquel joven de 16 años, consagrarse como el mejor carrilero inferior europeo. Al final el entrenamiento, las victorias y las derrotas dieron sus frutos.
Si bien es cierto que el sueco no ha pasado siempre por momentos dulces, ha conseguido sobreponerse a ellos. El propio Rekkles comenzó un cambio en su forma de jugar en 2017, cuando dio vida al Kennen AD en la calle inferior. A ello hay que sumar sus míticas Tristana y Sivir, con las que ha hecho temer a muchos jugadores a nivel europeo e internacional.

Los cambios a los objetos de crítico y la desaparición de los tiradores convencionales en el carril inferior, apartaron a Rekkles de la Grieta del Invocador durante un tiempo. La necesidad de reinvención era evidente. Y, al igual que Naruto mejorando su técnica, el Rasengan, Rekkles tuvo que poner de su parte y adaptarse a lo que se venía: una larga sequía en la dominación de botlane donde todo iba a ser diferente al pasado.
El duro entrenamiento acabó dando frutos y, en el World Championship 2018, Rekkles y sus nuevos compañeros no estaban dispuestos a fracasar. Al menos esa era la intención. Primeros de grupo con un 5-1, al igual que Invictus Gaming y todo por ganar. El sueco volvió más fuerte que nunca y el carril inferior era su reino, nadie le podía toser.
Dos victorias seguidas en cuartos y semifinales con un 3-0 cada una demostraba a todos los que tenían dudas que este Fnatic era completamente diferente al de pasados años. Con Rasmus Winther «Caps» como su mejor aliado, Rekkles tenía el título más cerca que nunca.
Pero, si los coreanos habían perdido su reinado del terror, ahora llegaba uno nuevo, el de la League of Legends Pro League (LPL). Y, de golpe y porrazo, todos los sueños y las esperanzas se vinieron abajo. Invictus Gaming puso un rápido y contundente 3-0 en la final, algo que devolvió a Rekkles al principio. Todo el esfuerzo realizado para terminar muriendo en la orilla.
Actualmente, Fnatic se encuentra en un punto en el que no consigue superar a G2 Esports. El equipo se encuentra en plena transición tras la marcha de Caps. Aunque parece que pueden alcanzar a los chicos de Carlos Rodríguez «Ocelote», todavía les queda un largo camino. Eso sí, Rekkles es una de las piezas fundamentales de este equipo. El sueco sigue siendo el mejor tirador europeo, al menos en cuanto a constancia, nivel y estilo de juego. También ha aprendido a salir de su zona de confort, jugando aquellos campeones que su equipo más requiera en cualquier situación de necesidad.

Sólo nos queda ver cómo avanza Fnatic a lo largo de este World Championship 2020, aunque es menester pensar que Rekkles aportará toda su veteranía y juego al resto del equipo. El sueco, que ha ganado todo en Europa, sólo tiene un objetivo: conseguir un título internacional que, por fin, le eleve a la gloria de la historia del League of Legends mundial. Como le ocurrió al propio Naruto, la constancia acaba entregando sus frutos. Al igual que el joven ninja se convirtió en Hokage, Rekkles aún tiene mucho tiempo por delante para hacer de su sueño una realidad.