Elyoya y la victoria del progreso

Elyoya

La irrupción de Javier “Elyoya” Prades fue un reflejo de la volatilidad del tiempo. Técnicamente, los segundos siempre avanzan igual: de uno en uno, ni más rápido, ni más lento. Sin embargo, es nuestra interpretación del momento el hecho que cambia la concepción. Cuando somos felices, todo pasa a la velocidad de la luz. En cambio, desde la tristeza empiezan a pesar. El auge del capitán de MAD Lions KOI fue ágil, tanto por la evolución de su rendimiento dentro de la Grieta del Invocador como por la vertiginosidad con la que quemaba etapas hasta llegar a la League of Legends EMEA Championship (LEC). Un crecimiento eficaz, hasta el punto de convertirse en una de las referencias de una región que, con el paso de los años, ha trasladado la producción de jugadores de élite mundial en la calle central a la jungla. Proceso en el que el de Villarreal ha tenido mucho que decir.

Con sus pros y sus contras, el factor diferencial que ha marcado el auge y la consolidación del jungla en la élite es su mentalidad. Elyoya representa el avance de League of Legends como deporte electrónico. Anteriormente, los ídolos del MOBA de Riot Games se encontraban esa salida y estilo de vida, no lo buscaban. En cambio, él lo tuvo claro desde segundo de bachillerato: su futuro estaba en la Grieta del Invocador. Prades nunca se ha escudado en la belleza de la nostalgia o las inciertas estimulaciones del futuro, se ha limitado a actuar acorde con la etapa que le ha tocado vivir. El capitán de MAD Lions KOI cuenta con talento, pero con el avance de la profesionalización y los altibajos de Europa de la región, siempre ha tenido el trabajo como fortaleza principal. Recoge la herencia de los deportes tradicionales -donde también se ha formado-, de casos como el del exfutbolista Carles Puyol cuando hizo las pruebas para entrar en la cantera del FC Barcelona: podían haber mejores jugadores que él, pero nunca con más determinación.

Teniendo la firmeza como estandarte, Elyoya ha quemado rápido sus etapas porque tenía claro lo que quería. Buscó los recursos cuando no los tenía y los aprovechó cuando los clubes se los ofrecieron. Pasar en un año del amateur a la máxima competición europea es un hecho destinado para los elegidos, pero estos también tienen que poner de su parte. El capitán de MAD Lions KOI siempre lo ha naturalizado desde el primer momento. Por eso no es de extrañar que en su primer año fuera de ensueño con dos ligas y el reconocimiento a mejor novato del campeonato. Aun así, la ambición es el pensamiento que marca si este tipo de logros son suficientes. Para Prades sólo son una parte del proceso hacia la Copa del Invocador. Sobre el futuro nunca se puede afirmar nada porque es caprichoso por naturaleza, pero cuando habla en presente, se desmarca de cualquier tipo de conformismo.

Elyoya, a la hora de la verdad, reivindica qué debería ir por delante de todo en League of Legends y cualquier deporte, sea electrónico o tradicional: el juego

Precisamente, por no limitarse a la complacencia, el camino del jungla también representa lo cruel que puede ser la élite. Puedes mostrar tu mejor rendimiento sin tener una recompensa a la altura. Te fuerza a entender que los halagos, como por ejemplo el de Hong “Pyosik” Chang-hyeon en el Mundial de 2022, no llevan a ningún lado. Las competiciones tienen una base despiadada: la felicidad sólo se alcanza con la victoria y, a la hora de la verdad, el verbo “ganar” únicamente lo puede conjugar un protagonista. La confrontación a veces es inevitable y puede destruir en un abrir y cerrar de ojos lo que tardó meses en estructurar. “Si la máxima expresión del viento son las ruinas, su ópera prima es mi forma de vida”, dice Piezas en No soy Kurt Cobain / Pastillas. Pero desde la destrucción nace el arte de la reconstrucción, justo lo que Elyoya está haciendo en MAD Lions KOI.

Dentro de todos los significados que tiene la figura de Prades para España y Europa, uno de los puntos que refleja su importancia está en cómo le intentan desplazar el debate. Reducir sus logros y fracasos a la nacionalidad dice más de quien le intenta desmerecer que no del propio jugador. El jungla, a la hora de la verdad, reivindica qué debería ir por delante de todo en League of Legends y cualquier deporte, sea electrónico o tradicional: el juego. Es su rendimiento, más cerebral que no tan mecánico (aunque es todo lo contrario a un perfil ‘justo’ en este último aspecto), lo que le ha llevado a estar en el punto de mira regional e internacional. Quizás, con otro profesional, la crítica podría caer como las gotas de la lluvia cuando chocan con un paraguas. Pero la diferencia que marca Elyoya es que él la abraza para seguir mejorando.

Elyoya es una victoria del progreso porque sus éxitos son una Panorámica constante. Porque detrás de su figura existe un buen resultado de una escena amateur, de un club que apuesta por la formación, de una liga regional europea ansiada por enviar referentes a la élite y una élite capaz de detectar el talento -al menos, en este caso- y que intenta ofrecerle un contexto idóneo para brillar. La magia del capitán de MAD Lions KOI es que, desde su auge, ha representado la belleza del cambio de pronombres personales. El jungla ha dado a entender a todo un país que no entona el “yo” a la hora de hablar de sus éxitos, sino el “nosotros”. Y pocos gestos de amor o admiración más bonitos que ese existen. No sólo está en la mesa del debate del mejor jugador español de la historia por sus logros, también por sus formas: conectando emocionalmente. En las orillas del Mediterráneo siempre hay espacio para que la magia nazca.


Foto de Wojciech Wandzel vía Riot Games