Entre los muchos problemas que ha significado Josep Maria Bartomeu para FC Barcelona, una de las cosas más importantes es que nunca se ha parado a escuchar a Manel. O al menos, nunca pareció que aplicara las enseñanzas de uno de los grupos de música catalanes por excelencia. Especialmente en la parte de “I, senyors, tan bo és insistir com saber-se retirar” de Boomerang. Porque en ningún momento el expresidente del club blaugrana aceptó que había pujas en las que era mejor no entrar, situaciones en las que debía irse o palabras que no tenía que decir. Hace unos años hizo declaraciones sobre los deportes electrónicos que ahora caen por su propio peso tras la entrada del Barça Esports a VALORANT.

El Barça Esports ha entrado a VALORANT, concretamente en la Rising MediaMarkt Intel. En otras palabras, en la liga española. Lo ha hecho en lo que supone un proceso de expansión lógico del club dentro de los deportes electrónicos. Inicialmente la entidad blaugrana se metió en el sector de la mano de Hearthstone, eFootball (anteriormente Pro Evolution Soccer) y Rocket League. Distintos juegos que no eran ninguno de los tres importantes dentro de la industria de los esports, muchas veces confundida con la de los videojuegos. Evidentemente, desde el exterior surgían muchas preguntas. Pero dentro de la institución, el movimiento era claro. Un videojuego bien conocido por directivos a cargo, otro que sostiene la concepción de la sección y un tercero que, tal como explicó el periodista de Movistar Esports Carlos J. Díaz a Team Barça Podcast, que sirviera de aprendizaje.

La cuestión es que en un club como el FC Barcelona, cuya magnitud no sólo se entiende a nivel deportivo, las distancias entre las secciones y los estamentos más altos pueden ser muy grandes. Por mucho que guste o no, la llegada del Barça a los deportes electrónicos es una cuestión del mandato de Bartomeu. El triplete de 2015 generó tanto placer a corto plazo como males en el futuro, quizás la entrada en los esports sea uno de los únicos hechos que confirman el último aspecto. Pero la figura más cercana a esta sección era el anterior jefe de digitalización blaugrana, Dídac Lee, no el imputado por administración desleal. De ahí se entiende que posteriormente Lee tuviera que matizar al heredero de Sandro Rosell en la presidencia del Barcelona.

La llegada del Barça Esports a VALORANT es un golpe a Bartomeu, concretamente por las palabras de que el ‘80% de los videojuegos son violentos’. Se refería a los shooters en concreto, como matizó Lee a este periodista. Sin embargo, aquellas palabras demostraron que al presidente se le escapaban cosas. Un hecho lógico, pero que aboga la necesidad de callar si no hay conocimiento de causa. Porque con aquellas declaraciones, lo único que conseguía era replicar la tónica histórica que han sufrido los jugadores: señalar a los videojuegos como origen de todos los males. Todo cuando lo más importante no es señalar la herramienta, sino cómo se utiliza. Pero también es cierto que después de tantos años no llegó a entender ni el fútbol ni las negociaciones, todas con contratos al alza. Por lo tanto, tampoco se le podía exigir muchas luces sobre una industria joven. Otra clase magistral más.

Una oportunidad de posicionamiento para el Barça gracias a VALORANT

“El club sigue dando forma a su apuesta por los esports y añade un equipo a la competición de VALORANT que, unido al que compite en League of Legends, se enmarcan en la voluntad de explorar nuevas oportunidades y alcanzar nuevas audiencias”, ha afirmado el vicepresidente del FC Barcelona, Juli Guiu. Los objetivos del Barça Esports son los mismos que cuando llegó por primera vez a League of Legends: competir bien, generar una identidad a través del buen juego y conocer la competición en la que se adentra. Sin embargo, dentro de una entidad como la blaugrana, el tiempo es un arma de doble filo. Es necesario para crear un proyecto estable que aspire a ganar, pero la falta de títulos puede acabar pesando, tal como le sucedió a Álex Parejo “Mapache” al cargo del equipo del MOBA.

Sin embargo, teniendo en cuenta cuál es el contexto, el Barça Esports debe aprovechar su entrada en VALORANT para explotar su imagen. Actualmente la liga nacional se encuentra en ‘horas bajas’ en comparación a la época donde contaba con Team Heretics, KOI y GIANTX. A nivel global situó al país en el radar, pero localmente afectó gravemente las audiencias. Por lo tanto, por todo lo que significa el Barcelona deportivamente y socialmente, la Rising MediaMarkt Intel es una oportunidad ideal para tomar el testigo y establecerse como uno de los pesos pesados. Tanto a nivel deportivo como comunicativo, aunque pensar en el VALORANT Champions Tour (VCT) de primeras sería un error. Lo más necesario es construir bien las bases. Elaborar fórmulas de éxito para que, independientemente de quien esté a cargo, el club siga por el buen camino.