En 2020, a Fnatic le mató el deseo de ganar. Los black & orange mostraron su mejor nivel dentro de la Grieta del Invocador a costa de ser los ‘segundones’. Es decir, de quedarse a las puertas de ganar ligas ante el mejor equipo europeo de la historia: G2 Esports. El décimo Mundial fue una oportunidad para la organización británica. Mientras los focos estaban puestos en los samuráis y otros clubes orientales, el conjunto de Martin “Rekkles” Larsson elaboró el mejor rendimiento jamás visto dentro del club. Sin esperarlo, ilusionó tanto a toda una región como al resto del mundo al poner contra las cuerdas al campeón de la League of Legends Pro League (LPL), Top Esports. Pero el ganador chino tiró de jerarquía para culminar la primera remontada de la historia de Worlds. Después del partido, el tirador se lamentó sobre que nadie recordaría las actuaciones mostradas. Pero el dolor, que en este caso actúa como motor, mantiene vivo el recuerdo en forma de cicatriz.

Fnatic no tuvo en cuenta de que League of Legends no es para humildes, que diría el escritor David Trueba. La Grieta del Invocador exige lo mejor de cada uno de principio a fin, “hacerlo todo mal en un partido y ganarlo” no es posible. Los black & orange contaron con la victoria en la palma de su mano, pero a partir del tercer mapa todo cambió. La determinación de los planes en los primeros mapas se esfumó cuando la clasificación a las semifinales tenía más tintes de posibilidad real que no de sueño imposible. 

La herida aún es recordada, hasta el punto de que cuatro años después, el entrenador del equipo en aquel momento, Alfonso “Mithy” Aguirre, tuvo que explicar en una entrevista para Esportmaníacos lo sucedido con la elección de Vel’Koz. “Le pregunté a Nemesis qué quería jugar. Teníamos a Lucian, bloqueado en todas las partidas, Syndra y Orianna. La Syndra estaba descartada porque teníamos delante a knight, así que íbamos a pillar Orianna lo antes posible en cada partida. Le pregunté: ¿qué quieres jugar cuando te la quitan? Si ganamos una partida, lo harán. Pasó exactamente eso: nos la quitaron y en una de las partidas jugamos Vel’Koz, que era lo que él quería”, desarrolló.

Las declaraciones de Mithy llegaron meses después de que Tim “Nemesis” Lipovsek, en una entrevista para Ruddy Esports afirmase que no jugó los personajes que él quería ni en el tercer mapa ni en el cuarto. Es decir, que accedió a jugar Vel’Koz y Galio porque su equipo se lo pidió, no porque él considerase que era lo mejor. El medio fue uno de los grandes señalados por la derrota contra Top Esports. Zhuo “knight” Duo demostró ser un virtuoso, no solo por el hecho de ser zurdo. Todas las culpas sobre el esloveno fueron una expresión de lo que sucedía entre los black & orange: la obsesión por ganar hizo que Fnatic fuera un equipo muy bueno dentro de la Grieta del Invocador, pero un grupo de individuos fuera de ella.

La gran obsesión de Fnatic

Fnatic es el único club de la LEC en el que Bwipo ha jugado
Fnatic es el único club de la LEC en el que Bwipo ha jugado | Imagen vía Riot Games

“El estado de ánimo es una cuestión de energía. Si te paras, te hundes. El equilibrio es una cuestión de movimiento, como esos platos que giran sobre la punta de un bastón”, escribe Trueba en Saber Perder. Fnatic estuvo tan centrado en querer ser el mejor equipo de Europa y superar la barrera de G2 Esports, que en 2019 estuvo a una final de lograr el primer Grand Slam de la historia, que no tuvo tiempo para miramientos. No era una percepción aislada de un jugador en concreto, sino de todos los miembros de la plantilla. “No había peleas de puñetazos, pero sí muchísimas discusiones y mierda”, reveló Oskar “Selfmade” Boderek en un stream personal el año pasado.

Dentro de la Grieta del Invocador, la división era evidente. Fnatic estaba dividido en dos bloques ideológicos. En primer lugar, el de Gabriël “Bwipo” Rau y Zdravets “Hylissang” Gabalov, mucho más centrado en forzar constantemente peleas o escaramuzas. En segundo lugar, el de Nemesis con Rekkles, enfocado a jugar con más paciencia, consecuencias de cómo el medio destacaba con los magos de control y cómo el tirador con campeonas de tanta utilidad y escalado como Senna. Selfmade se encontraba en el punto intermedio. La jungla es esa posición donde, si te dan las llaves del equipo, se puede determinar el destino de un grupo de jugadores desde la individualidad; a la vez que un lugar donde, si no existe un plan, existe el precio más caro a pagar.

Esas diferencias ya eran visibles en la League of Legends EMEA Championship (LEC), mucho antes de la llegada de Worlds. Aun así, era mucho mejor en comparación a lo que existía fuera: “El ambiente Fnatic era jodidamente despiadado, no había lugar para la amabilidad. Solo para el éxito y el deseo de ganar”, declaró Bwipo durante un directo con Nick “LS” de Cesare el año pasado. «Venía de la pasión, de querer ganar. No había lugar para la amabilidad, intentábamos ser los mejores y G2 era mejor que nosotros», aseguró el belga. Pero el precio humano fue demasiado caro y se notó en el momento de la verdad, todo lo contrario que le sucedió a DRX dos años después. La afición era consciente de que algo no funcionaba bien entre los black & orange en todos los niveles. Pero aun con estas condiciones, mostraron el mejor rendimiento de la historia del club y uno de los mejores jamás vistos por parte de un conjunto europeo. Tanto, que años después, Nemesis aún reivindica el nivel a pesar ser tanto el culpable como el inocente: “Éramos mejores que muchos equipos de la actualidad”.

Las inevitables consecuencias de la derrota

Nemesis fichó por Gen.G como creador de contenido tras su salida de Fnatic
Nemesis fichó por Gen.G como creador de contenido tras su salida de Fnatic | Imagen vía Riot Games

Para Nemesis, señalado como ‘factor único’ de la derrota ante Top Esports en caliente, Fnatic debía optar como mínimo por dos cambios en la plantilla. Por mucho que los black & orange hubiesen ganado al campeón de la LPL, el proyecto era insalvable. Rekkles se marchó a G2 Esports, Selfmade empeoró su rendimiento y se marchó a Team Vitality hasta apagarse y el medio desistió definitivamente de la escena competitiva. El único jugador al que realmente le quedó una última temporada de grandeza fue Hylissang, que se apagó automáticamente en el momento en el que la LEC otorgó el premio de MVP de la competición a Vincent “Vetheo” Berrié y no a él. Bwipo optó por un proyecto estelar de Team Liquid después de jugar en la jungla para hacer funcionar a la organización británica, pero se mantiene lejos de su mejor nivel.

Desde aquella derrota, el club pasó de ser uno de los mejores clubes de Europa sin discusión alguna -incluyendo la regularidad como fortaleza- a sufrir altibajos. A ser un especialista en las idas y venidas de las tragedias. Se despidió de Hylissang, intentó una tercera toma con Rekkles y finalmente tardó tres años en tener un proyecto, con todas las implicaciones que tiene la palabra. Con Iván “Razork” Martín y Marek “Humanoid” Brázda como referentes principales. Top Esports vuelve a enfrentarse a la entidad británica en el Mid-Season Invitatational (MSI) con dos protagonistas de aquella serie: Bai “369” Jia-Hao y Yu “JackeyLove” Wen-Bo. En cambio, la virtud de Fnatic es tener sed de venganza con figuras completamente ajenas a aquellos cuartos de final. Tanto los protagonistas como la afición se encuentran como Sylvia en Saber Perder: “A veces, cuando algún profesor termina la explicación y pregunta si ha quedado alguna duda, Sylvia tiene ganas de levantar la mano y decir sí, ¿podría volver a empezar desde el principio?, pero desde el principio del principio, desde que nacemos, porque aún no he comprendido nada” en estos casi cuatro años desde aquel afamado partido.


Foto de Yicun Liu vía Riot Games