T1 simboliza muchas cosas para el League of Legends internacional, pero nada puede compararse con el hecho de ser el ‘hogar’ de la League of Legends Championship Korea (LCK). La chimenea da calor cuando el exterior es frío y agresivo. El pintor que colorea la vida cuando esta aparenta ser blanca y negra. Corea del Sur estaba preparándose para la reapertura de heridas, buscando culpables ante un hipotético escenario de cuatro semifinalistas de la League of Legends Pro League (LPL). Sin embargo, por el momento los tricampeones mundiales han evitado la infección gracias a una victoria contra LNG Esports. Con un contundente 3-0 donde experimentó que las formas y el contexto son igual de importantes.

Cada vez que la LCK se ve metida en problemas, siempre cuenta con T1 como baluarte con el que protegerse en el caso de contar con su clasificación. Los tricampeones mundiales son los únicos que pueden presumir de que su peor resultado en unos Worlds sean las semifinales. Muchos menos los que afirman con la cabeza alta que han llegado hasta ocho veces a esa ronda. En el Mundial de 2019, fue el club liderado por Lee Sang-hyeok “Faker” el que evitó que Corea del Sur viera la caída de todos sus representantes en los cuartos de final. La entidad surcoreana más laureada de la historia se vio favorecida por el azar, ya que se enfrentó a Splyce. De todas maneras, la buena suerte nunca llega si no hay trabajo previo para crear las condiciones óptimas.

La victoria ante LNG Esports fue un espectáculo a doble partida. En primer lugar, por las formas dentro de la Grieta del Invocador. El foco estuvo puesto en la calle central y Faker respondió ante su anterior alumno. El Rey Demonio demostró por qué siempre es Obi Wan el que sale victorioso ante Anakin Skywalker, sea en una práctica en el Templo Jedi, en Mustafar o en un crucero del Imperio Galáctico aunque allí el rival tenga el sobrenombre de Darth Vader. El medio de T1 pasó por encima a Lee Ye-chan “Scout”, que padeció el mismo mal del Mundial de 2022: tener la peor serie del año en el peor momento posible. Esta temporada, con el condicionante de estar en la pelea por la reputación de mejor medio y jugador del mundo.

LNG está rezando pero Dios está en T1”, declaró Isaac Cummings-Bentley “Azael” durante la retransmisión. Pocas afirmaciones definen mejor tanto los cuartos de final como la idiosincrasia de Faker dentro de un Mundial. Aun así, quien también rezó al Rey Demonio fue el público de Busan y toda Corea del Sur. Una derrota en esa ciudad surcoreana suponía contar con un lugar maldito dentro del propio país. Más allá de quedarse sin representantes en las semifinales, perder en la localización costera significaba viajar al pasado. Tanto al Mid-Season Invitational en 2022 como a los Worlds de 2018.

Una prueba de cómo los tiempos han cambiado dentro del League of Legends internacional es la participación de los equipos surcoreanos en su propio suelo. En 2014 era ‘obvio’ que uno de los representantes se llevaría el torneo, algo que acabó consiguiendo Samsung White. En cambio, cuatro años después Corea del Sur vivió en primera persona el fin de su época como claro dominador del MOBA. 2022 fue distinto, ya que la fuerza dejó de medirse por regiones, sino por los estilos, las fortalezas y las debilidades de los equipos participantes. Pero ni siquiera en un año potente para el LoL surcoreano, T1 fue capaz de ganar en su propio hogar contra Royal Never Give Up.

La herida aún no está cicatrizada

T1 ha evitado por el momento un drama en Corea del Sur gracias a su resultado contra LNG Esports y la decepción de Gen.G ante Bilibili Gaming. De todas maneras, eso no implica que los riesgos de no cicatrizar la herida hayan desaparecido. La LCK aspira a coleccionar otro título internacional en su propio hogar prácticamente una década después. Es por ello que estos Worlds tienen tanta carga emocional como técnica, ya que la última final mundialista que vivió fue protagonizada entre Europa y China. Ver cómo dos equipos de la LPL pelean por la Copa del Invocador en el partido del año sería una imagen dolorosa. Imborrable para su idiosincrasia.

Si el Mundial de 2023 tiene tanta carga para Corea del Sur como para T1 en concreto. A los tricampeones mundiales les dolió mucho caer contra DRX el año pasado, especialmente cuando a lo largo del año no habían perdido ningún partido contra ese equipo. Estos Worlds suenan a despedida porque como ha declarado el tirador del club, Lee Ming-hyung “Gumayusi”, probablemente sea el último torneo de la plantilla al completo. Por lo tanto, la entidad liderada por Faker cuenta con la obligación de cerrar este proyecto con aquello que todavía le falta: un título internacional.

La situación en la que T1 no es precisamente desconocida para el League of Legends internacional. Tal como indicaba la entrenadora de Evil Geniuses, Kelsey Moser, los tricampeones mundiales son los únicos surcoreanos en unas semifinales llenas de equipos chinos. En otras palabras, puede culminar el recorrido que EDward Gaming hizo en 2021 pero a la inversa. De no ganar en casa, la herida de Corea del Sur puede ser más profunda y dolorosa que en el pasado.